miércoles, 29 de febrero de 2012

Cine independiente: un poco de historia



La película The Artist ha dado mucho de qué hablar, pero averigüemos cuál fue la evolución para que una producción independiente de los estudios de cines, también conocidos como majors, lograse  tener tal fama en el siglo XXI.

Desde 1890 Thomas Edison poseía la mayor parte de las patentes del cine. Edison veía que el cine mudo ganaba gran valor al ser una fuente importante de esparcimiento, ya que Estados Unidos era un país de inmigrantes en el que tanto la prensa, los libros, el teatro, etc., estaban vedados por la barrera idiomática. Edison logró en 1908 tomar el control de los derechos sobre la explotación cinematográfica instituyendo el trust Motion Picture Patents Company (MPPC)  que unía a los grandes productores de la época. Como consecuencia, los productores independientes huían de la política agresiva desde Nueva York y la costa este al oeste, sobre todo en Hollywood encontraron condiciones ideales.

El MPPC falló porque los estudios independientes ganaron suficiente importancia para romper con el trust y fue en 1915 cuando finalmente la corte suprema de Estados Unidos abolió la patente.
Pero la mayor parte de los estudios que fueron a Hollywood (Fox, Universal, Paramount)  miraban el cine más como un negocio que como un arte. Lucharon entre sí, y a veces, para competir mejor, se fusionaron: así nacieron 20th Century Fox (de la antigua Fox) y Metro-Goldwyn-Mayer (unión de los estudios de Samuel Goldwyn con Louis B. Mayer). Estos estudios buscaron controlar íntegramente la producción fílmica. Así, no sólo financiaban las películas, sino que controlaban  los medios de distribución, a través de cadenas de salas destinadas a exhibir nada más que sus propias películas. También contrataron a directores y actores como si fueran meros empleados a sueldo, bajo contratos leoninos; fue incluso común la práctica de prestarse directores y actores entre sí, sin que ni unos ni otros tuvieran nada que decir al respecto, atados como estaban por sus contratos. Esto marcó la aparición del star-system, el sistema de estrellas, en el cual las estrellas del cine eran promocionadas en serie, igual que cualquier otro producto comercial. Sólo Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y Mary Pickford se rebelaron contra esto, pudiendo hacerlo por su gran éxito comercial, y la salida que encontraron fue sólo crear un nuevo estudio para ellos solos: United Artists. Se habla así, de la producción hollywoodense entre las décadas de 1910 y 1950, como de cine de productor, donde contaba más el peso del productor que conseguía el financiamiento, que el director encargado de plasmar una visión artística.[1]
Directores conocidos  que querían trabajar independentemente sin influencia de otros fueron Orson Welles, Samuel Fuller y Nicholas Ray, a quienes les tocó recurrir a menudo a  ayuda financiera de Europa, ya que Hollywood no les apoyaba.

En 1945 encontramos a los primeros pioneros del movimiento independiente  con las películas Underground de Maya Deren, Kenneth Anger o Jack Smith, que nos muestran un carácter experimental además de ser atribuidos a la contracultura.

Sin embargo, el padre de la película independiente moderna es John Cassavetes (1929-1989) ya que  en los años 70 tuvo una gran influencia, sobre todo por su manera de trabajar.
En Europa, en cambio, fueron directores como el francés Jean-Luc Godard, los llamados auteurs, quienes no solamente escribían el guión sino que también llevaban a cabo la dirección artística, o el director italiano  Roberto Rosselini teniendo que afrontar grandes consecuencias económicas. Por ello, Francis Ford Coppola y George Lucas fundaron estudios y empresas que aseguraban la mayor independencia.

Tras los éxitos de los estudios hollywoodenses como Rocky, El tiburón blanco... y con ayuda de Blockbustern, Continucaiones etc. se volvían a sentir seguros y comenzaron a producir cine que estaba dirigido al éxito comercial. El New-Hollywood-Cine vivió en cambio una decadencia, consecuencia de películas como Raging Bull y Heaven’s Gate que declaró la quiebra de United Artists.

El término cine independiente nació no antes de 1980, cuando una generación de directores jóvenes empezó a crear películas fuera del estudio exponiendo temas autónomos y provocando así reacciones contrarias. Ejemplos son John Sayles, Jim Jarmusch y Spike Lees.
Un paso revolucionario fue la película de Steven Sonderbeghs Sey, Lies and Videotapes de 1989 que mostró cómo se pueden fabricar y definir las películas independientes. Además ganó el festival Sundance Film Festivals.
Tras estos éxitos se inspiraron otros directores, como Roberto Rodríguez, con El Mariachi y, más tarde, Quentin Tarantino con Reservoir Dogs (1992), hasta que logró el éxito mundial con Pulp Fiction (1994). Tras despertar el interés de otros estudios, gracias al éxito de las películas de Miramax, nació el nuevo género Indiewood, que está en la margen entre Mainstream y Sub- o Contracultura y así empezaron estudios de Hollywood a comprar producciones independientes a principio de los años 90 –fue entonces cuando Walt Disney compró a Miramax. Otros que no estaban de acuerdo dejaron “Miramax” para fundar nuevos estudios, como en 2005 The Weinstein Company. Vemos pues, que el margen entre Hollywood y las películas alternativas disminuye cada vez más, además de la dificultad que aumenta para las películas indies tras el “boom” de Miramax.


Películas como Lost in Translation de Sofia Coppola o Brokeback Mountain de Ang Lee pertenecen al género Indiewood, porque utilizan dinero de estudios, al igual que algunos actores de Hollywood, pero mantienen el estilo algo diferente y mainstream.

Es interesante que con la llegada de la cámara digital y de los sistemas de corte ha aumentado el interés de grabar, ya que no se depende tanto del dinero (Tarnation fue supuestamente realizado con 500 dólares y cortado en un Mac).

En consecuencia podemos decir, que llamamos películas independientes a todas las películas que intentan llevar a cabo ideas creativas con poco dinero e independiente del país del que se proviene y del financiero que está detrás de la producción

Marlene Michaelis




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