Realmente la película
Ciudad de Deus (2002) dirigida por Fernando Meirelles y
Blow-Up (1966) de Michelangelo Antonini no tienen nada en común, menos la importancia de la cámara de fotos.
"Lucha y nunca sobrevivirás... Corre y nunca escaparás..." -
Ciudad de Deus, película brasileña, nos cuenta la vida marcada de la violencia que reina en las favelas de Rio de Janeiro. La película se basa en circunstancias reales.
La fotografía entra en el juego, cuando Buscapé, el personaje principal, encuentra una cámara de fotos y empieza a fotografíar los hechos en la favela. Por casualidad imprimen sus fotos y Buscapé obtiene la oportunidad de su vida: ser fotógrafo de un periódico.
Ciudad de Deus nos enseña entre muchas otras cosas la fuerza de la fotografía a la hora de transmitir hechos y la importancia de elegir la foto adecuada para manipular: Al final de la película Buscapé es obligado a elegir la fotografía adecuada para publicar; elegir la foto de los policias sobornados, de la ejecución de Locke, el jefe, o publicar fotos del cadáver de éste que le permitiran hacer una practica en la agencia del periódico sin poner en peligro su vida...
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En la película ítalo-británica
Blow-Up estamos un día con el fotógrafo de moda Thomas, que se aburre de su modelo por lo que se va al parque y empieza a sacar fotos de una pareja. Al desarrollarlas ve una persona con una pistola en el fondo y efectivamente, al regresar al parque se encuentra con un cadáver. Le seguimos durante su día, irritado e inseguro... quiere volver al sitio para hacer fotos del cadáver, pero un concierto de los Yardbirds, fiestas, drogas y un partido de tenis pantomímico le impiden volver al sitio. Al regresar el cadáver a desaparecido.
Blow-Up nos enseña la vida de un fotógrafo de moda, la casualidad de la imagen en la fotografía, la voluntad y el miedo a la hora de fotografiar... y todo eso con un toque nostálgico .
Marlene
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